Así podría
definirse el viaje que Borja emprendió hace tres años hacia África. Tenía una
vida estable en Bizkaia y había alcanzado todas sus metas, salvo una: «No
quería ver cómo salía y se metía el sol desde una oficina». Su inquietud aventurera brotó hasta
el punto de pedir el finiquito y dejar atrás su trabajo, familia y amigos para
comenzar su viaje de futuro. El destino le envió a África, concretamente a un
pequeño paraíso, totalmente por descubrir: Cabo Verde.
Siempre
quiso experimentar una temporada larga en otro país. Si, pero hasta hace tres
años se había conformado con estancias esporádicas en India, Nepal y gran parte
de Europa. Lo que sí tenía claro es que el lugar elegido para mudarse tenía que
ser una ciudad en la que pudiera practicar toda clase de deportes. Tan activa
como él. Esa motivación le llevó a
obtener el título de instructor de kitesurf -el deporte en el que se realizan
maniobras sobre el agua en una tabla o esquí, ayudado por una cometa. Borja
quería irse a Brasil, pero un amigo le hablo de sus vacaciones en Cabo Verde y
de las oportunidades que existían en este estado africano aún sin explotar.
Se lo comentó a otro amigo y le
contestó que se iba con él. Ambos dejaron sus trabajos estables y pusieron
rumbo al Océano Atlántico sin pensárselo.
En Cabo
Verde Borja y su amigo tienen una empresa llamada Ponta Preta y ahí dan clases
de: Kite-surf, wind-surf, surfing, paddleboarding y bodyboard. A parte de eso
también es DJ.
El KITE-SURF es un deporte que se practica con una
tabla de surf y un paracaídas que es arrastrado por el viento y hace surfear al
deportista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario